Gastronomía Portuguesa

Gastronomía Portuguesa

Sabores de mar y tierra.

Portugal es un país que se caracteriza por su buena mesa, en donde comer es efectivamente un placer. Si hablamos de la cocina internacional, se advierte una mezcla sorprendente de ingredientes y un menor uso de especias fuertes y empleo mucho más abundante de finas hierbas y plantas aromáticas frescas que en España.

La cocina portuguesa ofrece una gran variedad de sopas y una amplia gama de platillos hechos con productos del mar; dispone de un importante surtido en charcutería y quesos, y tiene una predilección por los postres muy dulces. La mayoría de sus platillos tiene como base cuatro alimentos: col, arroz, papa y bacaláo.

La sopa es parte e cualquier menú. En el norte del país se disfruta del caldo verde, que se elabora a partir papas y col, guarnecida con salchichón o jamón ahumado. Son clásicas las acordas, sopas de pan “secas”, que se guarnecen con hortalizas o legumbres, cerdo, pollo, pescado o marisco, cilantro y huevos escalfados.

El arroz generalmente acompaña al conejo, pato o perdiz asados con jamón salado y zumo de limón.

Por su parte, los quesos elaborados con leche de vaca, cabra y oveja predominan en variedad, casi siempre son frescos, como el azeitáo, serra y évora, son el tentempié perfecto para degustar a cualquier hora.

La carne es fundamental para la dieta de los portugueses. Aparte de la ternera o el cordero, el cerde o porco es uno de los alimetos básicos de la población, especialmente en embutidos, donde destaca el chorizo y el presunto o jamón ahumado.

El bacalao es el rey de la gastronomía portuguesa, se cocina de diversas formas: cocido, al horno, frito, a la parrilla o asado.

En la costa se consumen mayormente pescados y mariscos. En verano, las sardinas componen un plato básico. Otros pescados populares son la dorada, atún o mero; y de mariscos están las gambas, langostinos, almejas, camarones, lulas y pulpo, que se presentan en diferentes formas y preparaciones, pero siempre enteros, sin cortar.

La zona de Oporto, famosa por su vino, también es la capital de las tripas de ragú que se cocinan con alubias blancas, salchichón de pimentón, cebollas y pollo, acompañadas con arroz.

En Coimbra el platillo típico es el bistec a la portuguesa, untado con ajo y pimienta, servido con rodajas de limón y lonjas de jamón asadas, acompañado de papas. Aunque lo que más se toma en la zona es la Canja (consomé de ave) y los pies de cerdo salados, guarnecidos con brotes tiernos de nabo.

Los dulces son famosos por su delicado sabor y cuidadosa elaboración. Lisboa se distingue por contar con numerosas cafeterías y pastelerías donde se puede comprar y degustar todo tipo de respostería. Los pasteles de Belém son típicos del centro de Portugal: Los turistas quedan encantados con estos exquisitos bocados de hojaldre y crema de nata. Otros confites son lso ducles de naranja de Setúbal; las quesadas de Sintra; los pasteles de huevo de Alentejo o de Aveiro; o las piñonadas de Alcácer. El arroz con leche a la canela, los membrillos caramelizados en el horno y los buñuelos en almibar, asi como los mazapanes, la crema quemada y los flanes son otros postres populares.

Para beber, nada mejor que una cerveza como aperitivo o para acompañar la comida o un vino portugués, cuya calidad se impone como un inminente placer. No sólo los oportos viven en el país, blancos y tintos de la ribera de Duero, el moscatel de Setúbal, los blancos de Bucelas, generosos de Carcavelos y Madeira y los tintos de Terras do Sado y el Algarve. Como en la mayoría de los caso, siempre es buena idea tomar la recomendación de los portugueses que son expertos de la buena mesa.

Turismo de Lisboa

  • www.visitlisboa.com
  • www.vistportugal.com

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