Esta empresa alemana fabrica tu credencial para votar
Cuando nos dan la credencial para votar, nos fijamos en que nuestros datos estén bien y que nuestra foto esté ‘pasable’, pero detrás de ese plástico está la tecnología de la empresa alemana Giesecke + Devrient (G+D).
La empresa, que ha tenido que adaptarse a los avances tecnológicos, cuenta con dos plantas en México, donde elaboran la credencial para votar del Instituto Nacional Electoral (INE) y otros documentos de identidad como los pasaportes que emite la Secretaría de Relaciones Exteriores, al tiempo en que es el principal fabricante de tarjetas bancarias y SIM para teléfonos celulares.
Para la credencial del INE, la empresa diseña gran parte de los elementos de seguridad, fabrica el plástico y recibe los registros de los ciudadanos.
“También hacemos licencias y tarjetas para transporte. Ahora tenemos una rama importante de soluciones para el mundo celular, donde estas soluciones plásticas ahora sean virtuales y vivan en los celulares… Le damos seguridad a todas las transacciones que los usuarios necesitan para vivir en paz”, comentó Óscar Márquez Mees, director general de la compañía que cumple 60 años en el país.
Para la credencial del INE, la empresa diseña gran parte de los elementos de seguridad, fabrica el plástico y recibe por parte del organismo, mientras no sea veda electoral, los registros de los ciudadanos como su fotografía, dirección y otros datos personales.
“Después regresamos las credenciales a su centro de distribución del instituto, para que el ciudadano recoja el plástico”, explicó el directivo.
El volumen total de producción de la compañía en México es de aproximadamente 11 millones de documentos al mes, lo cual aumentará a 16 millones, incluyendo productos para el mercado nacional y de exportación a países como Estados Unidos, Canadá y a la mayor parte de Latinoamérica.
“Teníamos una planta en Eslovaquia, que se cerró y gran parte de la maquinaria la trasladaron a México y otra parte a China, con lo cual nos consolidamos como el segundo centro de fabricación más importante para el grupo en el mundo. Eso genera alrededor de 50 nuevas plantas de trabajo en México, de aquí al cierre de 2018”, compartió el directivo.
Este año, la compañía está destinando alrededor de siete millones de euros en equipo y maquinaria nuevos.
Tecnología, el factor de cambio
Por otra parte, ante la revolución del internet de las cosas, la firma ha pasado de sólo imprimir billetes de banco o títulos accionarios a desarrollar tecnología y soluciones como tarjetas bancarias de interfase dual, lo que permite aproximar el plástico y poner el PIN sin tener que insertarla.
De igual manera, la firma planea implementar redes de alta seguridad para entidades militares, diplomáticas y organismos policiacos.
“De un negocio muy físico, estamos pasando a uno completamente virtual y que vive en las ondas aéreas. Hemos migrado muchas partes a lo digital…Pero ello también depende de los reguladores del país”, añadió Márquez.
Sobre los hackeos y protección de datos de los usuarios, el directivo aseguró que es necesario renovarse continuamente y contar con revisiones permanentes, pues el fraude y ataques cibernéticos crecen rápidamente.
“El crimen y el fraude crecen tan rápido que son los promotores de las tecnologías. Si todo fuera muy seguro, todavía haríamos papel. En el caso de México y muchos otros, hay que comprender que ésta es una disciplina de revisión permanente, la cual exige que expertos en la materia hagan auditorías y revisiones de vulnerabilidad”, añadió.